Rebosando de aromas la mañana,
desperté recordando la partida,
lleno de tristeza por la caída,
mientras el sol veía en la ventana.
Y a fin de calmar mi angustia temprana
decidí hoy jugar en forma aguerrida,
para tratar de resarcir la herida
en la noche de lucha cotidiana.
Allí buscaré evitar mis descuidos,
y aunque el tiempo se deslice volando
aplicaré planes bien concebidos.
Cuando mi juego vaya mejorando,
calmaré estos dolores producidos
y al ajedrez me repondré ganando.
Finalista X Concurso de Sonetos. La lupa.
Incluido en el libro: Alquimia.
Mundo Escritura . España. Noviembre 2025.


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