Por si no lo sabes, la felicidad es como un rayo de luz que nos visita, se va y después vuelve, iluminando sólo momentos de nuestra vida de ajedrecista. Realiza una combinación brillante levantando la dama del tablero y al sacrifícala para dar jaque mate al rey, por unos instantes sentirás que una luz de felicidad resplandece en tu alma.
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