23/7/19

Mancha sospechosa

El maestro de ajedrez siempre tuvo una sospecha, y ella se incrementó cuando comenzó a aparecer en el diario un anuncio de una joven ajedrecista buscando a su padre. En él se solicitaba que la llamen por teléfono los hombres de más de cincuenta años que tuvieran alguna mancha en el cuerpo en forma de un peón de ajedrez .
Entonces se decidió a llamar, y cuando la chica le confirmó que tenía una mancha con esa forma a un costado del cuerpo, luego de una breve charla, colgó el teléfono sin dudar un instante. El corazón le latía aceleradamente cuando se dirigió al laboratorio para realizar la prueba de ADN.



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