13/12/22

Abuela vengativa

 Abuela, ¿te parece que estoy progresando en el ajedrez?—, pregunta la niña.

Estás progresando, pero para mi todavía tenés que mejorar mucho, porque en esta partida sos realmente un desastre —, le responde la anciana, con un tono implacable.

La niña se muerde los labios en un intento desesperado por contener las lágrimas, mientras la abuela con una sonrisa vengativa le come la dama.

En ese momento aparece la madre de la niña, quien al ver la escena, le recrimina severamente a la abuela:

¿Qué necesidad tenés de tratar así a la chica?

¿Ah, sí? Lo que vos no sabés es la paliza que me propinó esa mosquita muerta en las dos partidas anteriores —, le replicó la abuela.




2/12/22

Alegres recuerdos

Lleno de nostálgicos pensamientos

ansioso un cajón abrí cierto día,

porque quería recordar eventos

que a mi vida le dieron alegría.

Y juntos encontré como un muestreo

medallas y trebejos de ajedrez,

que me llevaron a dar un paseo

por felices tiempos de mi niñez.




1/12/22

Adicción a las piezas de ajedrez

Aprendió a jugar al ajedrez cuando entró en la cárcel, y al salir un año después, se había convertido en un adicto al juego. Ya en libertad, muy pronto sintió la necesidad de armar una pequeña colección propia de piezas de ajedrez. Entonces, fue concurriendo a las jugueterías, clubes y lugares especializados para obtener piezas de diversos diseños y características especiales. De esa manera, fue construyendo poco a poco, una importante colección. Todo iba viento en popa, hasta que lo descubrieron, y tuvo que volver nuevamente a la cárcel.