Cuando él era niño su padre trabajaba de taxista y como no tenía horario fijo, se permitía alguna que otra travesura con sus amigos. Recuerda en su infancia las escenas de llanto que le hacía su madre encerrada en su dormitorio, cuando él llegaba a casa a altas horas de la noche. Él dormía en el sofá del living y entonces su padre protestando, extendía un colchón sobre el piso, y para conciliar el sueño ponían el tablero y las piezas para jugar. Y así, rodeado de quejas y lágrimas de cocodrilo, el ahora gran maestro de ajedrez fue aprendiendo el arte de ese juego maravilloso.
Finalista VI Concurso de microrrelatos.
Tema: Sueños de infancia.
Incluido en el libro Deseo.
Creatividad Literaria. España. Junio 2021.
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