Hundido en el desánimo me encuentro
con el corazón inmerso en la pena,
la angustia en mi cuerpo desencadena
y un jaque doloroso llevo dentro.
Al iniciar el juego me concentro
y en la apertura hice bien mi faena,
pero al no tomar una senda buena
un final muy triste fue el epicentro.
Una esperanza surgió en un instante,
mas se esfumó carente de emoción
cuando comprendí que era un desatino.
Por eso, para seguir adelante,
no me queda en ajedrez otra opción
que mejorar este juego anodino.
Finalista
IV Concurso de Sonetos. Así te lo cuento.
Publicado en el libro: Respuesta.
Concursos Literarios en Español. España. Enero 2020.
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