4/5/22

Superhéroe ajedrecístico

Mi nieto de cinco años estaba dando los primeros pasos en el conocimiento del ajedrez. Un día le dije en broma que en mi juventud yo ganaba todas las partidas, sin darme cuenta que desde ese momento, me había encarnado en su mente infantil como la figura de su superhéroe ajedrecístico.

Aquella noche, luego de mostrarle la figura de Capablanca en un libro de ajedrez, le expliqué que había sido uno de los mejores jugadores de mi época. Le comenté que siempre me decía cuando jugaba con él, que lo primero que debíamos aprender eran los finales. Entonces, le estuve enseñando en la mesa del living como dar los diversos mates con rey y dama y rey y torre.

A la mañana siguiente me levanté algo tarde y lo encontré con sus brazos apoyados sobre la mesa del living, observando muy pensativo el tablero con las piezas de ajedrez que había quedado de la noche. Al verlo así, se me ocurrió preguntarle:
¿Qué te pasa, soñaste algo malo anoche?

Soñé que me había perdido en un bosque y al tratar de buscar el camino de vuelta, encontré una casita de madera. Al abrir la puerta, estabas vos igual que en esa foto de cuando eras joven, jugando al ajedrez con Capablanca, pero justo en ese momento me desperté.

Fue allí que quedé completamente sorprendido y sin saber que responder, cuando mi nieto giró la cabeza y mirando a su superhéroe con ansiosa curiosidad , le preguntó de sopetón:

Dime abuelo, ¿le ganaste a Capablanca esa partida? 















Finalista VII Concurso de Cuentos breves. Héroes cotidianos.

Incluido en el libro Reflexión.

Creatividad Literaria. España. Julio 2022.


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