28/10/22

Leños apagados

Envuelto en el silencio y la oscuridad, no podía conciliar el sueño en esa fría noche de invierno. Recordaba con mucha amargura la partida de ajedrez que había perdido inexplicablemente esa noche en el torneo del club. Eran como si en esa helada oscuridad del dormitorio, al no haber ganado aquella partida, se hubiesen apagado los leños que daban calor a mi espíritu ajedrecístico. Pero luego, al dormirme, en mis sueños volvieron a encenderse los leños, cuyas llamas me ofrendaban unas cálidas esperanzas.






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