Ahí
estaba ese libro de Kamasutra ilustrado, que tanto llamaba la
atención al juvenil
maestro
de ajedrez en la estantería de la librería. Sería cuestión de
estirar la mano, tomarlo, caminar con él hasta el mostrador y
sencillamente comprarlo. Pero tenía
mucha vergüenza por
lo
que llegaría a pensar la chica vendedora, que siempre lo trataba
muy dulcemente
y con una mirada angelical.
Entonces cambió de planes y adquirió un libro teórico de ajedrez posicional, pensando que volvería el sábado siguiente, que era el día en que atendía normalmente el negocio un joven vendedor.
ꟷ Es un libro muy bueno y practicando alguna de sus posiciones, a nosotros nos resultó una experiencia interesante para salir un poco de la rutina ꟷ, le dijo el sábado el muchacho, mientras envolvía el libro para entregárselo.
ꟷ ¿Es Ud. casado? ꟷ , le preguntó tímidamente el maestro.
ꟷ No, pero vivo en pareja desde hace algún tiempo con la chica que atiende esta librería los días de semana, le contestó el joven con una sonrisa.
Entonces cambió de planes y adquirió un libro teórico de ajedrez posicional, pensando que volvería el sábado siguiente, que era el día en que atendía normalmente el negocio un joven vendedor.
ꟷ Es un libro muy bueno y practicando alguna de sus posiciones, a nosotros nos resultó una experiencia interesante para salir un poco de la rutina ꟷ, le dijo el sábado el muchacho, mientras envolvía el libro para entregárselo.
ꟷ ¿Es Ud. casado? ꟷ , le preguntó tímidamente el maestro.
ꟷ No, pero vivo en pareja desde hace algún tiempo con la chica que atiende esta librería los días de semana, le contestó el joven con una sonrisa.
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