Existen muchas alternativas cambiantes en el desarrollo de nuestro romance en esta partida de ajedrez. El jugador de las blancas trata con obstinación de evitar que se me acerque mi amada dama negra. Pero si bien el jugador busca separarme, sin que él lo sepa, yo ansío desesperadamente que finalmente fracase en su empeño, para que entonces pueda sentirme jaqueado dulcemente por ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario