17/4/21

Tiempo moderno

Mientras conducía su auto hacia al palacio real, el viejo maestro de ajedrez seguía pensando en la invitación que le había hecho la reina, a fin de darle lecciones de ajedrez al joven príncipe heredero de la corona. La había conocido en una solemne ceremonia, en la que recibió una medalla de reconocimiento a su trayectoria ajedrecística. Luego había tenido con ella una conversación muy amistosa, donde le manifestó que su hijo era un fanático enamorado del ajedrez.

Al llegar al palacio, la reina lo hizo conducir al aposento del príncipe, y grande fue su sorpresa al entrar. El joven, mostrándole el tablero en el monitor de su computadora, le indicó envuelto en una música ensordecedora, que quería que le enseñe a jugar ajedrez en la modalidad Blits, a tres minutos, con dos segundos de recupero por jugada.




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