Al final de un largo puente de madera, apareció frente al niño la torre abandonada que figuraba en la tapa de su libro de cuentos de ajedrez, que había estado leyendo en esa noche. Entonces, se dirigió caminando en estado de absoluta sorpresa hacia aquellas altas puertas de acceso de madera tallada. De pronto, una de las puertas se abrió y surgió de ella un hombre extraño que llevaba una antigua y deteriorada vestimenta de mayordomo. Al principio el niño se asustó, pero el hombre lo tranquilizó, diciéndole que la visita a esa torre era parte de su sueño, y lo invitó a pasar para jugar una partida de ajedrez.
BUEN RELATO
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