Cuando comenzó la batalla, el rey le
había prometido a la reina que siempre estarían juntos en la lucha
que librarían contra el ejército enemigo. Pero después de las
primeras escaramuzas que amenazaron su vida, el muy cobarde se apartó de ella y escapó
abandonándola a su suerte, para ir a protegerse tras una torre, aprovechando la seguridad que le brindaba un enroque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario