1/2/22

Acoso trunco

El rey negro estaba ubicado tras un peón y al retroceder un paso, quedó semioculto tras un caballo. Es allí que al desplazarse lo descubre la reina blanca, quien al mirarlo queda embelesada. Al compararlo con su consorte que se encuentra detrás de ella, se pregunta si será cierto que los negros son más ardientes que los blancos, como dicen las malas lenguas. Justamente en el momento que él se aleja del caballo, es cuando ella consigue acercarse aún más. Al ver el contraste de su piel tan junto a la suya se incrementan sus fantasías y entonces, desea toquetearlo mediante jaques y jaques sensuales una y otra vez. Pero lamentablemente sus intenciones amorosas quedan truncas al escuchar al conductor de las negras que grita con voz de barítono:¡Jaque mate!, mientras derriba a su consorte blanco sobre el tablero.

 


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