16/8/21

Mal recuerdo

Estaba analizando en la cama una variante de la apertura, cuando de pronto me invadió el sueño, haciéndome rememorar aquella partida de ajedrez que perdí por un insólito descuido en la final de ese importante torneo. Ese mal recuerdo de mi vida, lo veía en el sueño completamente nítido y claro. Tan claro, que podía tocar las piezas, tan claro, que hasta escuché su grito de jaque mate en aquella partida trascendental.

Tan fuerte era ese recuerdo que me parecía ver como mi rival, que estaba presente frente a mí, tomaba rápidamente el caballo con su mano para dar la sorpresiva estocada final y luego, como yo arrojaba con exasperación todas las piezas por el aire. Una triste historia, que al recordarla en mi sueño, mis manos desparramaron las piezas de ajedrez sobre la cama, el suelo y la mesa de luz.

Fue en ese preciso instante que me desperté con mi corazón palpitando en medio de las sábanas revueltas. No sé cuánto tiempo pasó hasta que logré recuperarme. Entonces, guardé las piezas que habían caído en el suelo, las que estaban en la mesa de luz y algunas que reposaban sobre la cama, mientras hacia fervientes votos para que ese mal recuerdo se vaya de una vez por todas de mis sueños y que no regrese jamás.

 


 

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