28/12/23

El otro yo del ajedrecista

Era un ajedrecista brillante que durante sus partidas rápidas o de blitz que jugaba por las noches en el club de ajedrez, ganó numerosos premios presenciales, manteniendo un elo elevado. Pero luego de que en una partida definitoria de un torneo, colgó sorpresivamente una pieza con la campeona femenina, comenzó su debacle. A partir de allí perdió numerosas partidas y su elo bajó en forma tan abrupta, que llamó poderosamente la atención de los aficionados.

Lo que nadie sabía era que cuando jugaba le aparecía en su mente su otro yo, quien lo alertaba de las celadas y descuidos en su juego. Era un compañero milagroso que le permitía ser exitoso. Luego durante sus sueños por las noches, volvía a aparecerle su otro yo, con quien disfrutaba del análisis de las variantes de las partidas que jugaba. Era un sparring perfecto.

Pero aquella noche que podría haber sido el campeón del club, tuvo un desencanto mayúsculo al colgar una pieza. Entonces, al aparecer su otro yo en sus sueños le pidió perdón, por no haberle avisado, explicándole que lo había distraído la hermosura de su rival. Pero éste no aceptó esas disculpas y muy ofuscado le recriminó su actitud,  pidiéndole que se vaya. Su otro yo lo miró muy apenado y mientras se alejaba, al sentirse despreciado, le contestó que lo dejaba para siempre. Ese fue el principio del fin de su trayectoria ajedrecística. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario