19/1/22

Poesía y ajedrez

Él
A ella le gusta la poesía. A mí no. A mí me gusta jugar al ajedrez. A ella no. Pero la amo y cuando jugamos al ajedrez yo le recito poesías. Busco engañarla haciéndole creer que a mi me gusta la poesía y así se apiade jugando al ajedrez para complacerme.

Ella
A él no le gusta la poesía, pero me ama, y busca engañarme, porque solo le gusta el ajedrez. Pero yo lo amo y dejo que crea que me engaña, porque me complace que me recite poesías, sin saber que a mi también me gusta jugar al ajedrez.

 


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